Suena un poco extraño, una cinta transportadora en un
océano. ¿Transportar qué? ¿Qué es lo que transporta y dónde se encuentra esa
"cinta transportadora"? Sin embargo, es un mecanismo que tiene el Océano
Atlántico y que es vital para el clima del planeta. Si te dijera que si se
derritieran los hielos de Groenlandia crearía una ola de frío, me llamarías
loco, ¿verdad?
Pues bien, he propuesto varias preguntas. Primero, ¿qué
transporta?. La cinta transporta calor. Más bien, el calor de las masas
oceánicas provenientes del Ecuador. Para poder entender esto, primero he de
introducir un pequeño párrafo sobre la dinámica de los océanos y las masas de
agua.
La dinámica de los océanos funciona similarmente a las masas
de aire en la atmósfera, masas de aire caliente tienden a ascender y frías a
descender. En los océanos ocurre algo muy parecido. Las masas de agua calientes
suelen estar en la superficie del océano y las masas de agua fría tienden a
descender. Pero, ¿por qué ocurre esto?. Es debido a la densidad del agua. Al
estar el agua más fría sus átomos permanecen más unidos y la salinidad más
concentrada, por lo que su densidad aumenta, y como sabemos un objeto con mayor
densidad tiende a hundirse.
Una vez entendido esto, respondemos a la siguiente pregunta,
¿dónde se encuentra esa cinta transportadora?. Dicha cinta se encuentra en el Océano
Atlántico y es la que transporta las masas de agua calientes desde el Ecuador
hasta Groenlandia. La cinta transportadora funciona como un bucle. Primero, las
masas de agua calientes y saladas se van hacia lugares más fríos en dirección
norte. Conforme llegan al norte, los vientos predominantes van soplando de
oeste a este y las masas de agua caliente calientan dichos vientos. El agua
baja de temperatura y al tener menos se vuelve más densa y tiende a descender
en profundidad. Al descender deja un vacío para que venga más agua del ecuador,
y el agua en profundidad se dirige de nuevo al ecuador donde volverá a
calentarse y a ascender.
Así funciona normalmente la cinta transportadora que
mantiene el clima del mundo estable. Los inviernos en Europa y Norteamérica no
son muy fríos y permite la extensión de la agricultura. Los monzones
estacionales favorecen las cosechas en grandes zonas de África y el Extremo
Oriente. Asia Central es húmeda y la Antártida fría.
Pero, respondiendo a la última cuestión, ¿qué pasaría si se
derritieran los hielos de Groenlandia, habría una ola de frío? ¿No tiene
sentido, verdad?. Pues sí que lo tiene y lo veréis. Como he contado, la cinta
transportadora funciona siempre y cuando las condiciones de temperatura y
salinidad del agua no varíen. Imaginad que los casquetes polares de Groenlandia
se derriten debido al calentamiento global (no olvidéis que los casquetes
polares están compuestos de agua dulce, es vital para entender esto). Ese
aporte tan grande de agua dulce al Océano Atlántico provocaría una bajada de la
densidad de las aguas del Atlántico norte, por lo que el funcionamiento de la
cinta transportadora se vería gravemente afectado debido a que no se hunden las
masas de agua por muy frías que estén. El agua dulce, al mezclarse con la
salada, provoca una disminución del aumento de densidad, por lo que no llega a
hundirse. A causa de los vientos predominantes que soplan de oeste a este, se
transportará un frío enorme a Europa y Norteamérica debido a que dichos vientos
soplan sobre las masas de agua fría que no han podido hundirse por su baja
densidad. Por lo tanto, la cinta transportadora se ralentiza o incluso se
detiene, llegando a provocar inviernos fríos durante décadas.
Los vientos del Oeste son los que afectan a las cinta transportadora |
Las consecuencias de este fenómeno para el clima global
serían:
- Inviernos más severos en el Norte de América y gran parte de Europa.
- Grave afección a la agricultura
- Las zonas que dependen de los monzones para las cosechas se verán afectados por sequías a veces agravadas por vientos más fuertes.
- Asia Central se vuelve más seca y en otras zonas de los hemisferios las temperaturas serán más altas de lo habitual.
Como podéis ver, no estoy loco. Que los hielos del Polo
Norte se derritan no causaría más calor como todo el mundo piensa, si no que
durante décadas, las temperaturas bajarían haciendo más difícil la
supervivencia en muchos lugares del planeta. Una vez que continúe el
calentamiento global, las masas de agua del Atlántico Norte, se volverán a
calentar y los vientos predominantes repartirían todo ese calor estabilizando
de nuevo algo el clima, sin embargo, la tendencia a aumentar las temperaturas
globales no tendría retroceso. Aún estamos a tiempo de detener la fusión de los
casquetes polares, por lo tanto, todos deberíamos contribuir para que esto no
suceda.
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Muy buena información, hay que cuidar nuestro planeta y empezar a utilizar nuestras energías naturales. Trabajo en una empresa de gas natural.
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