Curiosidades del otoño

El otoño es una estación del año que nos trae nostalgia, buenos o malos recuerdos… Los poetas y escritores señalan al otoño con alegorías del paso del tiempo. En resumen, tiempos de cambios. Tanto cambia para las personas como cambia, obviamente, para la naturaleza y el medio que nos rodea. Además de la caída de las hojas de los árboles de hoja caduca, las primeras lluvias después del caluroso verano, el comienzo del frío con bajadas de temperatura y ese olor a lluvia de la tierra mojada, os vengo a comentar algunas curiosidades del otoño

Una curiosidad que cierne sobre el otoño es que es la estación del año en la que la longitud del día se acorta más rápidamente. El sol sale por la mañana cada vez más tarde y se recoge cada vez más temprano. Se estima en que el la longitud del día se reduce 3 minutos cada día que pasa. Esto es debido a la posición que tiene la tierra con respecto al sol. Muchos creen que en invierno y otoño la tierra está más alejada del sol que en verano. No es así, es al contrario. Lo que hace que haga más frío o más calor es la inclinación de los rayos provenientes del sol. En otoño la tierra se va acercando al sol, pero los rayos de éste cada vez nos llegan más inclinados a nuestra latitud. Por lo tanto el día va durando menos y esos rayos también calientan menos. Justo el día del equinoccio de otoño el día y la noche duran exactamente lo mismo.

Las hojas de los árboles caducifolios se desprenden porque no son útiles. Las hojas utilizan la energía del Sol para transformar dióxido de carbono, agua y otros nutrientes del suelo en diferentes moléculas que necesitan para crecer y realizar sus funciones vitales y liberan oxígeno al medio (fotosíntesis). Este mecanismo funciona muy bien cuando las condiciones ambientales son suaves. Pero cuando hace frío las hojas no pueden cumplir su función y, por eso, la planta se deshace de ellas. Con la bajada de temperaturas del suelo, a los árboles les cuesta más incorporar nutrientes a su organismo debido a que éstos nutrientes no están tan disueltos. Por lo tanto, de no librarse de las hojas, podrían morir deshidratados por pérdida de agua a través de las hojas, además de perder nutrientes por tener que alimentar a más cantidad de tejido. Para poder evitar esa deshidratación, el árbol corta el suministro de savia y clorofila a las hojas y éstas se pudren, de ahí el color marrón. El cambio climático amenaza este color pudiendo hacer que un día desaparezcan los colores del otoño. Veréis, los tonos rojos de las hojas en otoño son el resultado de las antocianinas.

Éstas son unos pigmentos que se producen en el otoño como respuesta a la interrupción de la producción de clorofila en las hojas. Esto se produce como respuesta al descenso de las temperaturas. Si el cambio climático hace aumentar la temperatura global cada vez más, el descenso será menor, por lo tanto podrá desaparecer el colorido del otoño.

Otra curiosidad es que durante el otoño se te cae más el pelo. No está muy claro el motivo pero es cierto que ocurre. Algunos especialistas dicen que es porque es momento de renovación del cabello. Hay un refrán español que dice “En la época de la berenjena se cae la melena”

 En el reino animal ocurren cambios también. Los osos se preparan para la hibernación y las ardillas almacenan mucho alimento. Y en los humanos, diversas hormonas que controlan los estados de humor cambian su concentración debido a los cambios de duración del día y noche y cambios de temperatura. Estas hormonas hacen que nuestro cuerpo se tenga que regular de nuevo a los ciclos de sueño y puede afectar a la generación de la hormona de la felicidad produciendo cambios de humor y tristeza.

El otoño hace aumentar la diversidad paisajística

 Por último, el otoño es la mejor estación del año para ver auroras boreales. Esto se debe a que las tormentas geomagnéticas son aproximadamente dos veces más frecuentes en el otoño que durante el resto de estaciones.

Con esto, ya conocéis el otoño desde un punto de vista más cercano. Una estación llena de cambios, llena de diversidad paisajística y sentimental, de inspiración y de retorno.

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