Hablar de energía nuclear es pensar en los desastres de Chernóbil y Fukushima ocurridos en 1986 y 2011,
respectivamente. Se trata de un tipo de energía que produce cierto miedo por su
peligrosidad. Todos los tipos de energías (excepto las renovables) generan
repercusiones al medioambiente y al ser humano, aunque algunas lo hacen en
mayor medida que otras. En este caso, la energía nuclear no emite gases de
efecto invernadero durante su producción, pero ello no significa que no afecte
tanto al medioambiente como al ser humano de una forma negativa.
Una de las ventajas principales que tiene este tipo de
energía es que es muy económica y eficiente. Es capaz de generar gran cantidad
de electricidad sin producir gases a la atmósfera. No obstante, es potencialmente
peligrosa, dado que genera residuos tóxicos.
Cómo se genera la energía nuclear
Para producir energía nuclear hay que partir los núcleos de
un átomo mediante el proceso de fisión
nuclear. Cuando se rompe el núcleo del átomo, éste pierde una cantidad de
masa que se convierte en energía calorífica y que se puede transformar en
energía eléctrica. Los átomos que se emplean en estos procesos son los de
uranio y plutonio, principalmente. El uranio que se necesita no es uranio convencional,
sino enriquecido. Este tipo de átomos es limitado, ya que las reservas que hay
en todo el mundo se están agotando, al igual que ocurre con otros combustibles
como el petróleo o el gas natural.
Cómo afecta la energía nuclear al medioambiente
Son muchos los detractores de este tipo de energía por su
afección al medioambiente. Vamos a analizar qué aspectos son negativos y en qué
medida puede dañar el medio que nos rodea:
Emisiones de CO2
Aunque a priori pueda parecer que se trata de una energía que
no emite gases de efecto invernadero, esto
no es del todo cierto. Si se compara con otros combustibles sí que tiene
emisiones casi inexistentes, pero no dejan de estar presentes. En una central
térmica, el principal gas que se emite a la atmósfera es el CO2. Por otro lado,
en una central nuclear las emisiones son mucho más reducidas. Tan sólo se emite CO2 durante la extracción
de uranio y su transporte a la central.
Empleo de agua
Para poder refrigerar las sustancias que se emplean durante
el proceso de fisión nuclear se necesitan grandes cantidades de agua. Esto se
hace para evitar que se llegue a temperaturas peligrosas en el reactor. El agua que se emplea se coge de los ríos o
del mar. En numerosas ocasiones se pueden encontrar animales marinos en el
agua que acaban muriendo al calentarse el agua. De igual modo, el agua se
devuelve al medio con una temperatura más elevada, provocando que las plantas y
animales mueran.
Posibles accidentes
Los accidentes que hay en centrales nucleares son muy
escasos, pero muy peligrosos. Cada accidente puede producir una catástrofe de enormes magnitudes, tanto
a nivel ecológico como humano. El problema de estos accidentes reside en la
radiación que se filtra al ambiente. Esta radiación resulta mortal para
cualquier planta, animal o persona que se vea expuesta. Además, es capaz de
permanecer en el ambiente durante décadas (Chernóbil aún no es habitable por
sus niveles de radiación).
Residuos nucleares
Más allá de los posibles accidentes nucleares, los residuos
que se generan pueden permanecer durante miles de años hasta que dejen de ser
radiactivos. Esto es un peligro para la flora y fauna del planeta. A día de
hoy, el tratamiento que tienen estos residuos es el de ser clausurados en
cementerios nucleares. Estos cementerios guardan los residuos sellados y
aislados y se colocan debajo de tierra o en el fondo del mar para que no
contamine.
El problema de esta gestión de residuos es que es una
solución cortoplacista. Esto es, el
periodo por el que los residuos nucleares siguen siendo radiactivos es más largo
que el de la propia vida útil de las cajas en las que se sellan.
Afección al ser humano
- Causa
defectos genéticos.
- Provoca
cáncer, sobretodo de tiroides, ya que esta glándula absorbe el yodo,
aunque también provoca tumores cerebrales y cáncer óseo.
- Problemas en
la médula ósea, que a su vez causa leucemia o anemia.
- Malformaciones
fetales.
- Infertilidad.
- Debilita el
sistema inmune, lo que provoca más riesgo de sufrir infecciones.
- Problemas
gastrointestinales.
- Problemas
mentales, sobretodo ansiedad ante la radiación.
- En
concentraciones altas o prolongadas causa la muerte.
En base a todo lo visto, lo ideal es encontrar un equilibrio entre los diferentes usos de energía mientras se potencian cada vez más la energía renovable y avanza la transición energética.
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