lunes, 24 de marzo de 2025

Cómo afecta la energía nuclear al medio ambiente y al ser humano

Centrales nucleares

Hablar de energía nuclear es pensar en los desastres de Chernóbil y Fukushima ocurridos en 1986 y 2011, respectivamente. Se trata de un tipo de energía que produce cierto miedo por su peligrosidad. Todos los tipos de energías (excepto las renovables) generan repercusiones al medioambiente y al ser humano, aunque algunas lo hacen en mayor medida que otras. En este caso, la energía nuclear no emite gases de efecto invernadero durante su producción, pero ello no significa que no afecte tanto al medioambiente como al ser humano de una forma negativa.

Una de las ventajas principales que tiene este tipo de energía es que es muy económica y eficiente. Es capaz de generar gran cantidad de electricidad sin producir gases a la atmósfera. No obstante, es potencialmente peligrosa, dado que genera residuos tóxicos. 

Cómo se genera la energía nuclear

Para producir energía nuclear hay que partir los núcleos de un átomo mediante el proceso de fisión nuclear. Cuando se rompe el núcleo del átomo, éste pierde una cantidad de masa que se convierte en energía calorífica y que se puede transformar en energía eléctrica. Los átomos que se emplean en estos procesos son los de uranio y plutonio, principalmente. El uranio que se necesita no es uranio convencional, sino enriquecido. Este tipo de átomos es limitado, ya que las reservas que hay en todo el mundo se están agotando, al igual que ocurre con otros combustibles como el petróleo o el gas natural.

Cómo afecta la energía nuclear al medioambiente

Vapor de energia nuclear

Son muchos los detractores de este tipo de energía por su afección al medioambiente. Vamos a analizar qué aspectos son negativos y en qué medida puede dañar el medio que nos rodea:

Emisiones de CO2

Aunque a priori pueda parecer que se trata de una energía que no emite gases de efecto invernadero, esto no es del todo cierto. Si se compara con otros combustibles sí que tiene emisiones casi inexistentes, pero no dejan de estar presentes. En una central térmica, el principal gas que se emite a la atmósfera es el CO2. Por otro lado, en una central nuclear las emisiones son mucho más reducidas. Tan sólo se emite CO2 durante la extracción de uranio y su transporte a la central.

Empleo de agua

Para poder refrigerar las sustancias que se emplean durante el proceso de fisión nuclear se necesitan grandes cantidades de agua. Esto se hace para evitar que se llegue a temperaturas peligrosas en el reactor. El agua que se emplea se coge de los ríos o del mar. En numerosas ocasiones se pueden encontrar animales marinos en el agua que acaban muriendo al calentarse el agua. De igual modo, el agua se devuelve al medio con una temperatura más elevada, provocando que las plantas y animales mueran.

Posibles accidentes

Los accidentes que hay en centrales nucleares son muy escasos, pero muy peligrosos. Cada accidente puede producir una catástrofe de enormes magnitudes, tanto a nivel ecológico como humano. El problema de estos accidentes reside en la radiación que se filtra al ambiente. Esta radiación resulta mortal para cualquier planta, animal o persona que se vea expuesta. Además, es capaz de permanecer en el ambiente durante décadas (Chernóbil aún no es habitable por sus niveles de radiación).

Residuos nucleares

Más allá de los posibles accidentes nucleares, los residuos que se generan pueden permanecer durante miles de años hasta que dejen de ser radiactivos. Esto es un peligro para la flora y fauna del planeta. A día de hoy, el tratamiento que tienen estos residuos es el de ser clausurados en cementerios nucleares. Estos cementerios guardan los residuos sellados y aislados y se colocan debajo de tierra o en el fondo del mar para que no contamine.

El problema de esta gestión de residuos es que es una solución cortoplacista. Esto es, el periodo por el que los residuos nucleares siguen siendo radiactivos es más largo que el de la propia vida útil de las cajas en las que se sellan.

Afección al ser humano

Residuos nucleares

La radiación, a diferencia de otros contaminantes,
no se puede ni oler ni ver. Daña a la salud y puede mantenerse durante décadas. En resumen, la energía nuclear puede afectar al ser humano de la siguiente manera:
  • Causa defectos genéticos.
  • Provoca cáncer, sobretodo de tiroides, ya que esta glándula absorbe el yodo, aunque también provoca tumores cerebrales y cáncer óseo.
  • Problemas en la médula ósea, que a su vez causa leucemia o anemia.
  • Malformaciones fetales.
  • Infertilidad.
  • Debilita el sistema inmune, lo que provoca más riesgo de sufrir infecciones.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Problemas mentales, sobretodo ansiedad ante la radiación.
  • En concentraciones altas o prolongadas causa la muerte.

En base a todo lo visto, lo ideal es encontrar un equilibrio entre los diferentes usos de energía mientras se potencian cada vez más la energía renovable y avanza la transición energética.

No hay comentarios:

Publicar un comentario